Rafael Herz

Per??: entre crisis pol??tica y econom??a al alza

Per?? puede seguir permitiendo que la inestabilidad pol??tica erosione su potencial, o puede aprovechar su solidez econ??mica.

Rafael Herz
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Per?? vive, una vez m??s, en el filo de la incertidumbre pol??tica. El reciente nombramiento de un nuevo presidente ha reavivado el debate sobre la fragilidad de la democracia. El 10 de octubre, el Congreso de Per?? vot?? para destituir a la presidenta Dina Boluarte, bajo la causal de ???incapacidad moral permanente???, tras un periodo de desgaste profundo por su gesti??n. Con ello asumi?? como presidente interino Jos?? Jer?? ???hasta entonces presidente del Congreso??? quien hereda un pa??s asediado por la inseguridad.

La destituci??n de Boluarte vino acompa??ada de la constataci??n de que su administraci??n no hab??a logrado frenar la ola de violencia e inseguridad que golpea la capital y otras regiones. El descontento social, protestas ciudadanas y una popularidad que rondaba cifras de un solo d??gito, fueron caracter??sticas de su administraci??n.?? Jer?? asumi?? el mando con promesas de ???guerra al crimen???. Un primer paso en ese sentido ha sido la declaraci??n de estado de emergencia en Lima.

En paralelo, la econom??a peruana muestra una sorprendente resiliencia. Para 2025 se espera que el crecimiento del PIB real siga por encima del 3,5%. Adem??s, las previsiones proyectan que el d??ficit fiscal se reducir?? a alrededor del 2,4 % del PIB gracias al mejor desempe??o de las exportaciones.

??C??mo explicar esta aparente paradoja ???una crisis pol??tica de alto voltaje junto a un buen desempe??o econ??mico? Principalmente, porque los fundamentales macroecon??micos del pa??s han sido relativamente estables: inflaci??n controlada, sector exportador din??mico, y demanda dom??stica todav??a soportando el consumo e inversi??n.??

Esta dualidad es, en realidad, una caracter??stica hist??rica del Per??. Pol??ticamente inestable, pero con una econom??a s??lida sostenida por sectores como la miner??a y la agroexportaci??n. El modelo econ??mico basado en la inversi??n privada y en la apertura de mercados ha demostrado ser resiliente frente a los constantes cambios de mando.

Sin embargo, esta aparente fortaleza econ??mica no puede interpretarse como un escudo indestructible. La crisis pol??tica s?? tiene un costo: frena reformas estructurales, desalienta inversiones de largo plazo, aumenta la desconfianza y profundiza la desigualdad. Mientras el d??lar se mantiene relativamente controlado y el PIB intenta recuperar ritmo, la informalidad laboral supera 70% y la delincuencia se convierte en un enemigo cotidiano que no distingue clase social.

La declaraci??n de emergencia en la capital no es un signo de fortaleza del Estado, sino un reconocimiento de su incapacidad cr??nica para garantizar seguridad en un marco regular. La econom??a puede seguir avanzando por inercia durante alg??n tiempo, pero no lo har?? indefinidamente si la inestabilidad pol??tica contin??a erosionando los cimientos institucionales. El crecimiento sin legitimidad y sin seguridad ciudadana es un castillo construido sobre arena.

Per?? est?? en un momento de bifurcaci??n. Puede seguir permitiendo que la inestabilidad pol??tica erosione su potencial, o puede aprovechar su solidez econ??mica relativa para construir un camino hacia mayor seguridad, igualdad, bienestar y cohesi??n social.

RAFAEL HERZ
???Analista Internacional.

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