Durante nuestra vida republicana hemos atravesado pocos momentos como este; y menos a??n quienes estamos vivos hoy. Para m?? han sido varios los momentos altamente complejos: la fuga de Pablo Escobar y las bombas que puso, luego el momento en el que ???Tirofijo??? emiti?? la susodicha Ley 002 de 1999 que despert?? al pa??s sobre la realidad de las Farc (despertar m??s all?? de los ya 3.000 secuestrados al a??o). Otro momento es este, ya que el temperamento del Presidente y las din??micas del Pacto Hist??rico han puesto a pensar y a trabajar a todo el pa??s en asuntos pol??ticos (de ambos lados del espectro, la izquierda cuidando sus principios).
En ocasiones, los pa??ses, las organizaciones y las personas necesitamos despertares abruptos; creo que, desde mi esp??ritu dem??crata y liberal, Trump s?? le est?? pegando una despertada enorme a los EE. UU. (y a Occidente), incluso asumiendo roles que neg?? hace 7 a??os como el de ser garante de la paz mundial con sus enormes capacidades militares, econ??micas y diplom??ticas.
Tenemos que reconocer que el d??a a d??a nos hipnotiza y adormece, y solo actuamos cuando aparecen riesgos reales que afectan nuestras vidas, quehaceres, bienestar y libertades democr??ticas.
Y ese despertar que comenz?? en 1999, hoy est?? volviendo a suceder en Colombia de una forma m??s vehemente. Esto es evidente al ver en todo tipo de conversaciones, actuaciones, montajes de ONGs, la participaci??n en pol??tica de personas impensables hace a??os. Debe ser claro que el Cambio que propon??a Petro podr??a ser solo en parte el que necesit??bamos.
Pero los Cambios que necesitamos de verdad tienen que alejarnos del status quo, y mucho. Para bien y para mal el pr??ximo presidente, si no es de izquierda, no puede venir con la consigna ???de hacer trizas??? el gobierno anterior y dejar las mismas cicatrices de la campa??a de Duque; a menos que quiera entrar en un proceso de intensa polarizaci??n que le haga su per??odo ingobernable. Claro que habr?? que arreglar la salud y la seguridad de primero, y arrancar a ordenar las finanzas p??blicas y devolvernos nuestro lugar en la producci??n de hidrocarburos con enfoque claro y ??gil de transici??n energ??tica para no quedarnos simplemente en lo extractivo.
Adicionalmente, es fundamental entrar ipso facto a profundizar en los temas sociales como la educaci??n para generar un plan con todos sus actores desde Fecode, los rectores, y todo el sistema de educaci??n superior. Con ellos hay que establecer objetivos claros y alcanzables as?? sean de mediano plazo y si es el caso hacerlos obligatorios en una consulta popular para que puedan transcender 3 o 4 gobiernos.
El trabajo para modernizar el campo es imprescindible para asegurar el control del territorio, pero no solo por ello: 60% de los campesinos viven en la pobreza y no participan en la econom??a, pudiendo pertenecer a la clase media. Pero la conciencia acerca de estos cambios fundamentales y de largo plazo est?? sembr??ndose, y no solo para la Presidencia sino para el Congreso y con los programas de gobierno; todos a pararles bolas.
CARLOS ENRIQUE CAVELIER
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